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El Sahara Occidental, un vasto desierto que se extiende entre dunas doradas y cielos despejados, es un lugar lleno de contrastes sorprendentes. A lo largo de su costa, el desierto se encuentra con el mar, creando un paisaje único que ha cautivado a muchos viajeros. Las playas solitarias y las aguas perfectas para practicar kite surfing se suman a la magia de este lugar. Dajla, la ciudad costera más conocida, es el corazón de este pequeño rincón del mundo, donde las olas y el viento se convierten en aliados de los aventureros.
Sin embargo, el Sahara Occidental es también una región marcada por la lucha, la resistencia y la dolorosa realidad de un pueblo que sigue buscando su independencia. A pesar de la belleza de sus paisajes, el Sahara Occidental está bajo el dominio de Marruecos, y su pueblo saharaui vive en el exilio, principalmente en los campamentos de Tinduf, Argelia. Esta situación ha perdurado por décadas, y la lucha por la autodeterminación sigue siendo el anhelo de muchos saharauis. Las tensiones políticas y el conflicto prolongado no deben ocultar la dignidad y el coraje de su pueblo.
Aunque la realidad política es compleja, el Sahara Occidental sigue siendo un lugar interesante para recorrer, especialmente si comenzaste tu viaje por el norte de África y estás buscando continuar explorando la región. Las aguas del océano Atlántico, las playas desiertas y los paisajes áridos ofrecen una experiencia única, que te invita a reflexionar sobre la situación histórica y política del lugar, mientras disfrutas de su naturaleza inigualable. Visitar el Sahara Occidental no solo es un viaje físico, sino también un viaje emocional hacia la comprensión de una de las regiones más olvidadas de África.
El Sahara Occidental es un destino con una historia profunda y, aunque es un lugar difícil de explorar debido a las restricciones políticas, quienes lo recorren se sienten parte de un territorio que, a pesar de todo, sigue siendo impresionante por su belleza y la resistencia de su gente.
Leer Historia del Sahara OccidentalCapital: El Aaiún (reclamada por Marruecos, no reconocida por la ONU)
Población: Aproximadamente 600,000 (sólo en territorio bajo control de Marruecos)
Idiomas: Árabe, español (oficiales), con el bereber también hablado por algunas comunidades.
Superficie: 266,000 km² (territorio en disputa, el más grande de África que no tiene un estado reconocido internacionalmente)
Moneda: Dirham marroquí (MAD), 1 USD ≈ 10.5 MAD (aproximadamente, el tipo de cambio puede variar)
Religión: Mayoritariamente musulmanes (suníes).
Alfabetismo: Cerca del 90%, aunque varía dependiendo de la región y el acceso a la educación.
Educación y sanidad: Hay un sistema educativo y de salud básico, pero muy limitado debido a la situación política y la falta de infraestructuras. El acceso a estos servicios en áreas bajo control saharaui es muy limitado.
Trabajo: El empleo es escaso, especialmente en las áreas bajo control del Frente Polisario, debido a las tensiones y la falta de recursos. La mayoría de las personas en los campamentos viven en condiciones precarias.
Deporte más popular: Fútbol
Seguridad: La situación política es inestable, con tensiones territoriales entre el Frente Polisario y Marruecos. Se recomienda precaución, especialmente cerca de las fronteras o zonas de conflicto.
Para los ciudadanos argentinos, **no se requiere visa para ingresar a Marruecos**, incluyendo la zona bajo control marroquí del Sahara Occidental. Sin embargo, si planeas ingresar a las zonas bajo control del Frente Polisario, las restricciones de acceso pueden variar dependiendo de la situación política y es posible que necesites un permiso especial. Se recomienda contactar a las autoridades pertinentes para obtener la información más actualizada.
Visa para zonas bajo control marroquí (Sahara Occidental):
Si deseas viajar a la zona controlada por el Frente Polisario, las restricciones son más estrictas y deberás obtener un permiso especial. Para ello, te recomendamos contactar directamente con el **Frente Polisario** o con las autoridades pertinentes, ya que las regulaciones varían dependiendo de la situación política actual.
Los requisitos generales para ingresar a Marruecos, que también cubren el Sahara Occidental bajo control marroquí, son los siguientes:
Recomendamos verificar los detalles específicos de tu viaje, ya que la situación política puede afectar los procedimientos. Consulta con la **embajada de Marruecos** o con el **Frente Polisario** para obtener la información más actualizada y asegurarte de cumplir con todos los requisitos.
Opciones principales: Dakhla es una ciudad conocida por su atractivo para los turistas interesados en deportes acuáticos, especialmente el kite surfing y el surf. Esto ha generado una mayor presencia de viajeros, principalmente de países europeos, lo que ha elevado el costo de los alojamientos en la zona.
Precios promedio en Dakhla:
- **Hostales y alojamientos básicos:**
El transporte interurbano entre las principales ciudades del Sahara Occidental, como Dakhla y El Aaiún, se realiza principalmente en autobús.
Si viajas desde **Agadir** (Marruecos) hasta **Dakhla**, puedes hacerlo a través de la compañía de buses **CTM**. El viaje tiene una duración aproximada de **19 horas** y debes **comprar el pasaje en la terminal de Agadir** con antelación, ya que no es posible comprarlo en línea. El precio aproximado del pasaje es de **40-50 USD**, y solo puedes pagar en **efectivo**.
Aquí te dejamos la ubicación de la terminal de buses de Agadir en el mapa para que puedas planificar mejor tu viaje: Ubicación de la terminal de autobuses de Agadir.
Otras rutas comunes de transporte en el Sahara Occidental incluyen:
El sistema de transporte en las ciudades del Sahara Occidental es sencillo y, en su mayoría, puedes desplazarte caminando. Si necesitas moverte hacia las playas o áreas más alejadas, puedes contratar **tuc-tucs** para aventones largos, negociando el precio con el conductor. Los **taxis** en la zona son muy caros y no son la opción más conveniente para moverse.
La mejor época para visitar el Sahara Occidental es en la primavera (de marzo a mayo) y el otoño (de septiembre a noviembre), cuando las temperaturas son más moderadas. Durante el verano, las temperaturas pueden superar los 40°C, lo que hace que el viaje sea incómodo, especialmente en el interior.
Evita los meses de verano debido al calor extremo y las limitaciones en los servicios disponibles.
Telefonía móvil: En el Sahara Occidental, la cobertura es limitada en algunas zonas, pero las operadoras de Marruecos como Inwi, Orange y Maroc Telecom ofrecen cobertura en las áreas más urbanizadas.
Dinero: La moneda es el dirham marroquí (MAD). Las tarjetas de crédito son aceptadas en algunas tiendas y hoteles, pero se recomienda llevar efectivo en billetes pequeños, ya que los cajeros automáticos pueden ser escasos fuera de las grandes ciudades.
Comisiones bancarias: Verifica las comisiones al retirar dinero de cajeros automáticos, especialmente si usas tarjetas extranjeras.
Transporte: Lleva siempre efectivo y dirígete a las terminales de buses. Consulta con los locales, ya que los horarios y las compañías cambian con frecuencia.
Comida: En los hostales u hoteles no hay cocina, por lo cual deberás almorzar o cenar afuera siempre.
No pagues tours: Los tours son muy caros. Trata de reunirte con más personas, ya que las playas más atractivas y los lugares más lindos están lejos de la ciudad.
Camina por la ciudad: La ciudad tiene una costanera muy linda. Si tienes suerte, puedes incluso hablar en español con algún saharaui que haya vivido de la vieja época.
El Frente Polisario y sus campamentos: Están fuera de lo que se denomina Sahara Occidental, cuando deberían ser los dueños reales del territorio. Para acceder a los campamentos, puedes hacerlo desde Mauritania, en la frontera con Argelia. Consulta siempre en la ciudad de Zouerate.
La capital del Sahara Occidental: La capital, El Aaiún, no es un buen lugar para recorrer. La visité por dos horas y está rodeada de militares marroquíes. Me pidieron el pasaporte dos veces en menos de 15 minutos, por lo cual desistí de mi idea de pasar más días allí.
Explora Sahara Occidental con esta guía práctica. Selecciona una ciudad para ver sus lugares clave:
El Sahara Occidental, especialmente en ciudades como Dakhla, es un territorio marcado por la belleza natural y la cultura saharaui, pero al mismo tiempo está lleno de injusticias políticas que han marcado la vida de su gente durante décadas.
El pueblo saharaui, exiliado y desplazado de su propio territorio, ha sido privado de su derecho a la autodeterminación, un derecho fundamental reconocido por la comunidad internacional. Miles de personas fueron forzadas a abandonar su tierra, y hoy viven en campamentos en Argelia, bajo condiciones extremadamente duras. Mientras tanto, el Sahara Occidental sigue siendo una región ocupada, en la que el gobierno marroquí mantiene su control, negando al pueblo saharaui la posibilidad de decidir su futuro. Esta situación ha sido desoída por muchos actores internacionales, que miran hacia otro lado cuando se trata de defender los derechos humanos en este territorio olvidado.
La ocupación marroquí de este territorio ha llevado a que el pueblo saharaui sea estigmatizado como “terrorista” simplemente por reclamar su legítimo derecho a decidir su destino. Este proceso de criminalización ha sido un obstáculo enorme para lograr una paz duradera en la región. Los saharauis han sido tratados como ciudadanos de segunda clase, despojados de sus recursos naturales, y condenados a vivir en el exilio o bajo un control militar que restringe sus derechos más básicos.
Sin embargo, a pesar de todo lo que han sufrido, los saharauis siguen luchando por su autodeterminación. A través de la resistencia pacífica, la diplomacia y la denuncia de las violaciones de derechos humanos, el pueblo saharaui ha logrado mantener viva su identidad y su causa. La comunidad internacional debe ser más vocal en su apoyo a los saharauis, exigiendo el cumplimiento de los acuerdos de la ONU, que reconocen su derecho a un referéndum sobre su independencia.
Es fundamental recordar que lo que está en juego no son solo fronteras geográficas, sino los derechos humanos de un pueblo entero. El Sahara Occidental es mucho más que un territorio en disputa; es un lugar donde las esperanzas de un pueblo por ser libre y decidir su destino han sido ignoradas. Y la lucha por la autodeterminación de los saharauis continúa siendo una de las luchas más justas de nuestra época.
Es extremadamente raro esto de pasar de un país a otro sin cruzar fronteras, sin ver flamear banderas distintas, sin que cambien de uniforme los militares… En fin, el surrealismo de la situación fue mi comienzo en el Sahara Occidental. Después de haberme despedido de esa gran familia que conocí en Anza, Marruecos, tomé el bus en Agadir, el cual duraba unas 19 horas, y emprendí el camino para llegar a la ciudad de Dajkla. Durante el viaje, hablé con varias personas, ya que era el único extranjero que visitaba la zona por esa vía. Todos toman vuelos, y cada vez que mencionaba la palabra Sahara Occidental, los marroquíes me confirmaban que el Sahara Occidental no era un país, sino parte de Marruecos. No podía ni quería expresar mi disconformidad con la frase, ya que eso podría haberme generado algún problema.
En el transcurso del viaje, el chofer anunció que se detendría en la capital del Sahara Occidental (Laayoune, me parece que se llama) por unas 3 horas debido a un desperfecto en la unidad. Como siempre en mis viajes, vi el lado positivo de la situación. Le dejé mi número de teléfono al chofer y él amablemente accedió a llamarme cuando todo estuviera listo. De esta manera, disponía de 3 horas para caminar y ver el panorama de otra ciudad, y si me resultaba atractiva, también estaba la posibilidad de quedarme un día, ya que la compañía de transporte ofrecía esa opción debido al desperfecto.
Playa de Dajkla, Sahara Occidental.
Persona relajada mirando el mar en Dajkla.
Así que salí a caminar por la capital del Sahara Occidental y lo que encontré fue… solo policías, gendarmes, militares, o como quieras llamarlos. Una ciudad sitiada bajo el control de la armada marroquí, vi algún que otro tanque por ahí, y muchísimos policías y soldados armados. En apenas 15 minutos me pidieron que les mostrara dos veces el pasaporte. Al parecer, esta situación se debe a los conflictos con el Polisario, ya que es la ciudad central donde podrían ocurrir inconvenientes más serios. Por suerte, no pasó nada, pero decidí regresar al bus y salir de allí. Las ciudades donde la policía toma el control de esa manera nunca son libres para poder visitarse.
Finalmente, llegué a Dajkla después de 27 horas en un bus. Me dirigí a mi hotel/hostel y la primera noche estuve solo. Tenía pensado reservar 3 noches, pero solo reservé dos. Luego de patear la ciudad, volví al hostal bastante decepcionado. Los lugares atractivos estaban lejos y todo era extremadamente caro. Busqué un plan B y alquilé una bicicleta por un día. Pude recorrer algunas playas, como la Playa de Dajkla, famosa por sus paisajes tranquilos y bellos, mientras observaba un poco de kite surfing. Luego, paseé por la costanera y charlé un poco con la gente local.
Al día siguiente conocí a un brasileño, Andy, que justo había llegado ese día al lugar, y tenía como objetivo, al igual que yo, bajar a Mauritania para realizar el viaje en el tren de hierro, aventura de la que les contaré más adelante. No hubo mucho tiempo para hacer una amistad, solo intercambiamos los contactos, para que, en caso de que uno u otro realice la travesía en el tren, nos pudiéramos informar con antelación de algún percance.
Y así terminó mi aventura en el Sahara Occidental, la cual se va a ver un toque ampliada luego en Mauritania, pero la verdad es que mi paso fue rápido y fugaz. Dajkla no es una ciudad muy recomendable para visitar. Su gente es amable y sencilla, pero para el viajero resulta de difícil acceso, costosa, y tiene toda una negatividad política alrededor que no la hace muy atractiva. La conclusión es que es una ciudad que podría no dejarte huella.